Qué luto para la España
Qué vergüenza en el planeta
De haber matado un poeta
Nacido de sus entrañas.
Violeta Parra
Se le vió, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
Antonio Machado
Hay quienes se resisten a las transformaciones, a mínimos e insignificantes cambios, como el nombre de una golosina o la inclusión de un fonema nuevo para hacer del castellano una lengua inclusiva; les violenta y se sulfuran con la sola idea de que aquél mundo que ellos pensaban tan sólido, tenga que transformarse…y es que lo hará, quieran o no. Surgen respuestas desde el odio, tan antiguas y conocidas por todos los pueblos del mundo; quienes detentan el poder, no soportan la sola idea de que la tortilla se de vuelta. Victor Jara cantó hace unas décadas una hermosa canción titulada “La hierba de los caminos”, que su coro hace referencia a esta vuelta de tortilla, en donde el pobre coma el pan y los ricos “mierda, mierda”, esta obra tiene su origen en los años de la Guerra Civil española, cuando el pueblo español se enfrentó al régimen fascista de Franco.
Este proceso histórico surge tras la organización de fuerzas reaccionarias, que querían evitar que las fuerzas populares de izquierda lograrán acceder al poder, tras ser electos. En los primeros días del Régimen, fueron encarcelados y asesinados todas las figuras públicas que fuesen deleznables para el gobierno, los homosexuales, anarquistas, comunistas, socialistas y a representantes de pueblos y naciones independistas dentro del territorio español, entre ellos Federico García Lorca, ávido poeta y dramaturgo, quien fue fusilado un 18 de Agosto, junto a un profesor y dos toreros anarquistas. Su cuerpo fue enterrado en una fosa común y su familia nunca obtuvo justicia y hasta el día de hoy organizaciones como FIEL (Federación Internacional de Escritores por la Libertad) mantienen su legado y la lucha por justicia en pie a 85 años del crimen.
El fusilamiento de García Lorca simboliza la intolerancia y la brutalidad de los regímenes fascistas, y estos regímenes antes de hacerse del poder, se gestan en discursos y conversaciones de conversaciones, como diría Maturana, que perciben al otro como un enemigo al que, por su forma de pensar o por su orientación sexual, deben callar, ocultar e incluso asesinar. Es una herida que está abierta en la literatura hispanoamericana, en el arte y la cultura subversiva y popular, quizás no tiene el nombre de Federico, pero sí de Victor Jara, muerto por la misma bala, o los muertos y muertas de la revuelta, de la lucha por la autonomía de los pueblos ancestrales, los y las asesinadas de la comunidad LBGTQI+, víctimas de la intolerancia y el odio.
El llamado es la insurgencia, a que este 18 de Agosto, quienes se sientan convocad@s hagamos un espacio por conmemorar a Federico y a todos quienes le siguieron en todos estos años en donde las transformaciones culturales y sociales vieron en el fascismo su más grande quimera. Nos estamos sacudiendo un miedo de siglos, el terror ha escrito la historia y ha querido enterrar el legado de tantos y tantas que han hecho del arte su flecha, espada o fusil, que han enfrentado a la autoridad y el orden en nombre de la Libertad.
Kimün Kultural de Abel – Julio 2021