Luego de un histórico 8M, un par de semanas después de Marzo del 2020, la pandemia del Covid-19, se volvió una realidad mundial. El virus cambió nuestra forma de relacionarnos, nos encerró en nuestros hogares y cambio radicalmente la cotidianeidad de la vida. Al mismo tiempo vino a remecer la organización surgida desde la revuelta social de Octubre del 2019, quien mermó su capacidad de reunirse ante las cuarentenas que emergían a nivel nacional. La pobreza escondida bajo la alfombra afloró por todas partes, hacinamiento, hambre y falta de trabajo comenzaron a remecer la sociedad.
En este contexto, Jardín Alto Organizado fue una organización más afectada por esta situación al igual que nuestro barrio y entorno. Así, fueron distintas las iniciativas que levantamos para poder desarrollarnos y mantenernos, como al mismo tiempo apoyar a nuestras vecinas y vecinos. En este sentido, formamos una incipiente red de apoyo realizando un catastro de quienes dentro de nuestra comunidad requerían ayuda de cualquier tipo. Así, aprovechando las ventajas de internet y las redes sociales, nos empezamos a reunir por Zoom para mantener el contacto entre quienes conformamos JAO. Y continuando con esta tónica, quisimos generar un listado de emprendimientos y negocios del barrio para de esta forma potenciar el comercio local, haciendo que vecinas y vecinos nos enviaran sus distintas iniciativas a nuestras redes creando un documento que se puso a disposición del territorio. El que fue más allá, pues aparte de contener venta de alimentos, ropa, artículos de aseo, plantas, panadería, joyería, pastelería, entre otros, integró oficios e iniciativas diversas, que sirvió para que la economía de nuestro sector fuera más visible y tuviera un mejor alcance.
Al mismo tiempo que ayudábamos a nuestro barrio, nos dispusimos a apoyar a las vecinas y vecinos de la Toma Dignidad, histórica toma surgida durante la revuelta cercana a nuestro territorio a las orillas de la quebrada de Macul, quienes ya vivían en condiciones de vulnerabilidad, lo que se agudizó en este contexto pandémico. Con la Coordinadora de Asambleas de La Florida (CALF) iniciamos una campaña de acopio de artículos de aseo. Nuevamente desde la CALF junto a Modatima Santiago, levantamos una campaña solidaria para comprar estanques para almacenar agua, dado que en el campamento no tenían acceso a agua potable ni sanitización. Para esto, se puso una cuenta a disposición con la que luego se compraron los bim de agua que se pusieron en distintos puntos de la toma.
Frente a las lluvias realizamos distintos tipos de campañas, una primera de colchonetas, frazadas y nylon, pues sus hogares se habían mojado y necesitaban tener donde dormir. En concordancia a esta iniciativa, realizamos “Ayuda con luca” para recolectar dinero con la finalidad de comprar nylon y aislantes para evitar que las casas del campamento se sigan lloviendo. Y donde la transparencia es un arma del pueblo, la campaña fue un éxito, reuniéndose $600.000 con los que no sólo se compró nylon, sino que también membrana hidrofuga, ambas aislantes de agua y de frío, con los cuales alcanzamos a cubrir cerca de 100 casas de la toma. Como tercera campaña de Jardín Alto Organizado, se hizo “Dona un kilo o litro pa’ la Toma”, para reunir alimentos no perecibles y entregar cajas de mercadería a las familias.
Con el objetivo de ayudar en la sanitización del sector considerando lo preocupante que era la exposición al covid-19 luego de dos jornadas de entregas a la Toma, hicimos una alianza con la empresa GreenPlagas quienes realizaron un operativo sanitario de desinfección del Covid-19 en las calles, áreas comunes y entradas de las casas. Otra gran alianza que hicimos fue con el Hospital Veterinario Trinidad, con quienes realizamos varias campañas en la Toma, con el objetivo de desparasitar y vacunar a perros y gatos.