El acceso a la cultura tiene en frente un gran torniquete, de esos altos que no todos pueden saltar. Los conciertos, el ballet, la ópera, el teatro, la lectura y tantas otras experiencias no forman y nunca formaron parte de nuestra vida, pues están del otro lado.
¿Pero aquello nos hace incultas/os/es?
La cultura no es un olimpo en donde se encuentra intacta e inmóvil la Mona Lisa con un Vals de Strauss de fondo. La cultura está viva, y también vive en nosotras/os/es; a veces es precaria, no tiene fondos, es menospreciada, basureada y no tiene apoyo gubernamental, pero existe y es esencial para nuestro vivir en sociedad. En reconocerla y experimentar sus nuevos márgenes es donde se encuentra oculta nuestra identidad, una nueva identidad chilensis que viene a barrer con la cultura militar heredada de la Tiranía, el retiro de la estatua de Baquedano no es más que la expresión literal de ello.
Una nueva identidad con nuevos modos de hacer organización, política y cultura, con un enfoque horizontal que evita las jerarquías, con un enfoque de género que es sustancial para la convivencia sana y con una conversación entre lo viejo y lo nuevo, entre los símbolos de la protesta de hoy y de antaño. Esta conversación que gestará nuestra cultura popular chilena se escucha en la canción “Aburrido” de Inti Illimani Histórico junto a Pablo Chill-e y Quilapayún, una conversación entre la Nueva canción chilena y las rimas ácidas y flaites de Pablo Chill-e, los sonidos de la Unidad Popular con la lírica choriza e irreverente de la juventud chilena actual. Esta revolución cultural también la vimos, vivimos y disfrutamos en nuestra “Placita Dignidad”, donde en plena revuelta escuchamos en festivales Rap, Rock , también bailamos cueca y vimos obras de teatro y de circo, sin tener que ir tan lejos de casa. En esos días vimos una parte del nacimiento de una Identidad Popular Nueva y Viva, que sigue en proceso y que es, por ahora, nuestra mayor Victoria.
Kimün Kultural de Abel – Abril 2021