Entrevista a Roberto Campos “El profe del torniquete”

En Entrevista exclusiva con la Revista JAO, el profesor Roberto Campos nos contó sobre lo que sintió aquel día de Octubre en el que golpeó un torniquete que lo llevó a estar injustamente preso por casi dos meses y todo lo que ha tenido que vivir. Nos entrega su opinión sobre las asambleas territoriales y nos habla del futuro, de su candidatura a diputado por el distrito 10 siendo independiente y el Chile que le gustaría construir.

Roberto, ¿Podrías contarnos un poco sobre lo que ocurrió aquella tarde de Octubre? Quizá describirnos las sensaciones y emociones que fuiste viviendo a medida que se desarrollaban los hechos. Al realizar esta pregunta, el profe nos entrega un extracto de su libro en el que narra este hecho.
Ese día terminé de dar clases a las 6:30 como costumbre, pero debía ir a dar otra, esta vez a domicilio y rumbo al metro me encontré con una protesta que invitaba a evadir los torniquetes debido al alza de la tarifa. Me uní una multitud de más de cien personas, la mayoría estudiantes de la Universidad Católica, Santo Tomás, Duoc, Aiep y Federico Santa María.
La estación cerró todos sus accesos y nos agolpamos en la entrada saltando y vociferando a todo pulmón: ¡El que no salta es paco!
Éramos una masa de cuerpos ejerciendo una presión tal a las rejas que se azotaron entre sí, varias veces, hasta que cedieron, entramos arrebatadamente gritando y levantando el puño: ¡Evadir, no pagar, otra forma de luchar!
Los guardias se vieron sobrepasados, debieron tomar palco y miraron no sin resignación la manifestación que se aglomeraba en los peldaños, la escena recuerda las graderías del estadio lleno. Como ritual pagano nos dispusimos en círculo alrededor de los torniquetes, la gente aplaudía en sincronía, alentando, atizando el fuego de la insurrección que ahí comenzaba a gestarse.
De repente los ánimos se sublevaron, la ira se apoderó de las decenas de manifestantes, muchos como yo, podridos de este sistema educativo segregador y clasista de mierda. La gente estaba poseída, deliraba dando palmas a ritmos tribales, y de pronto un chico agarró un cortafila y le propinó certeros golpes a los validadores hasta dejarlos hechos añicos. Como la base del cortafila es de cemento, los golpes la hicieron explotar como cuando se dinamita la roca. Cuando esto sucedió la gente se enajenó, gritó eufórica y se entregó a la catarsis colectiva. Luego otras personas se unieron a patear los torniquetes, fue ahí cuando ya estaban destrozados que me involucré. Recogí una lámina de publicidad (de las puertas de salida) y a madrazo limpio rematé los validadores, con tanta rabia y furia–travesti–radical,  que cualquier cristiano que me viera pensaría que el Diablo me estaba inspirando, porque les pegué hasta cansarme, hasta exorcizarlos de todos sus demonios neoliberales. (Extracto de mi libro, inédito)

En tu caso, se te invocó la ley de seguridad del Estado, el tribunal consideró que eras un “peligro para la sociedad” por lo que estuviste dos meses en prisión y la fiscalía pedía 8 años de condena. Todo esto por haber golpeado un torniquete ¿Qué argumentos usó el Ministerio Público y el tribunal para que terminaras en prisión?
Cuando la PDI me arrestó me mostré colaborador en la investigación, les entregué las ropas, zapatillas, computador, toda la evidencia que me identificaba ese día 17 de octubre. La Jueza consideró que el hecho que me mostrará tan colaborador me hacía más peligroso porque “me validaba en mi actuar”, y es tan mi nivel de peligrosidad que no me importó entregar mis cosas, porque “otro había huido”. Puedes comprobar esto en los últimos 5 minutos de mi audiencia de formalización: https://youtu.be/3vJHr5AmxsU

¿Qué injusticias sientes que has vivido en este proceso?
La injusticia que me usaran como “castigo ejemplar” para criminalizar el movimiento social y amedrentar a la ciudadanía para que no saliera a manifestarse. La injusticia de usar mi cooperación en mi contra, la injusticia de no considerar la falta de antecedentes, el castigo desproporcionado, las irregularidades y arbitrariedades con que opera el Poder Judicial, la falta del debido proceso. La persecución política de tener 4 medidas cautelares aún vigentes: arresto domiciliario nocturno, firma semanal, arraigo nacional y prohibición de usar el metro. La suspensión de un juicio que no tiene indicios de avance.

Imaginamos que al estar en la cárcel una persona se encuentra en un estado de vulnerabilidad constante ¿Cómo fue tu experiencia en la Cárcel de alta seguridad? ¿Cómo lo vivieron tus cercanos?
Gracias a ningún dios (sí, ninguno) estuve en una celda de 6 metros cuadrados solo. 21 horas de encierro al día, las tres horas restantes compartía pasillo con otros presos. Como soy muy curioso intelectualmente aproveché el tiempo libre en resolver problemas matemáticos que tenía pendiente, resolví algunas integrales, leí muchos libros, escribí un libro sobre la revuelta social y mi experiencia en la cárcel, libro que está a pronto de ser publicado. Cuando uno está prisión también lo está la familia, el círculo más cercano, es doloroso, muchas veces inhumano. Las familias de prisioneros políticos se endeudan pagando abogados o contratando peritos que demuestren científicamente la inocencia, ¿para qué? para que los jueces desestimen las pruebas.

¿Consideras que tu caso es un ejemplo de prisión política?

Soy prisionero político, porque el Ejecutivo a través del Ministerio Público invocó la Ley de Seguridad del Estado, la cual es una ley usada políticamente durante la historia para encarcelar. Mi caso tuvo alta connotación pública porque el Gobierno, a través de los medios de comunicación, debían dar la señal de criminalización y yo fui el indicado. Al día de hoy mi juicio está suspendido por el TC, nunca han respetado los tiempos de investigación, no han seguido el debido proceso, en Chile se encarcela la pobreza.

Eres profesor de matemáticas y estadístico, y previo al 18 de Octubre sabemos que hacías clases universitarias y particulares. ¿Te ha traído consecuencias laborales el haber sido expuesto a todo este proceso?
La UDD me desvinculó a través de twitter el mismo día que me encarcelaron. La prensa oficial enfangó y satanizó mi reputación, me dejó un estigma social. Quedé marcado como persona “non grata” en ciertos espacios académicos y no académicos. Nadie quiere tener entre sus trabajadores alguien relacionado con la cárcel.

La Constitución de Pinochet consagra un sistema educacional de carácter economicista basado en estándares que resguardan la “libertad de enseñanza” pero no el derecho a la educación. ¿Qué cambios estructurales según tu mirada docente debería contener la nueva constitución respecto a la nueva educación pública?
La nueva Constitución debe erradicar el principio de “libertad de enseñanza”, engañoso principio que se ampara en la supuesta “decisión de educar mis hijes donde yo quiera”. Nada más astronómicamente lejos de la realidad, el colegio de nuestros niñes depende de la clase que uno pertenezca, no hay tal libertad de elección, salvo escoger entre algunos colegios que nuestra solvencia económica pueda costear. La única “libertad” es para los dueños o sostenedores de colegios que lucran con la educación en todos sus flancos. La Nueva Constitución debe consagrar el derecho a una educación pública, gratuita, universal, laica, una educación integral, una educación sexual integral, con perspectiva de género, feminista, pluricultural.

Actualmente te estás presentando como candidato independiente a diputado por el distrito 10. ¿Qué te motivo a tomar esta decisión?
Me motivan las ganas de generar cambios. Como docente soy un agente de cambio influyendo positivamente en mis estudiantes, como diputado puedo ser el mismo agente de cambio, pero a moverla macro. Postulo a este cargo porque hoy el pueblo está empoderado y recuperaremos estos espacios de poder que nos han sido históricamente renegados. Tengo la certeza que es posible fortalecer la educación pública, educando para el buen vivir, para criar infancias felices. Urge cambiar el paradigma educativo actual, puedo aportar con ideas transformadoras encauzadas a una educación integral, una educación antiespecista, una educación para el buen vivir, en definitiva.

¿Podrías comentarnos a grandes rasgos tus principales propuestas y que sueñas para el futuro?Como docente universitario mi bandera de lucha ha sido la educación, pero también defenderé los derechos humanos, de la naturaleza, de los animales. Legislaré en favor de la comunidad Lgbtttiqa+ y las disidencias sexogenéricas. Haré una democracia participativa más allá de un voto o un plebiscito, quisiera “bajar” el congreso a la calle, a las personas de a pie, porque si las leyes no tienen el respaldo ciudadano son letra muerta. Sueño con un Chile participativo, que valore lo colectivo por sobre lo individual. Un Chile que respetuoso con las diferencias y que conviva en armonía con el medio ambiente.

Roberto junto a Don Marcelo Catrillanca, padre de Camilo Catrillanca (foto Instagram @roberto_profesor_d10)

La Revista JAO es un medio de comunicación de Jardín Alto Organizado, una de las tantas asambleas territoriales surgidas desde el 18 de Octubre, en nuestro caso, en la comuna de La Florida. ¿Qué opinión tienes de las asambleas y su rol en la sociedad y los territorios?
Las asambleas son las células del tejido social, son la micropolítica que a gran escala genera la macropolítica. Tienen un rol fundamental en la sociedad, no solo porque articulan decisiones para la buena convivencia, sino también porque permite la articulación desde los barrios, levantar las voces desde ahí. Como dije, las asambleas son las células del tejido social.

¿Qué mensaje le darías a quienes participan en las asambleas territoriales a lo largo del país?
No abandonar nunca el sentido de comunidad ni de pertenencia a un territorio, defendámoslo y organicémoslo. En momentos de crisis solo nos tenemos a nosotros, aconsejo no dejar ese espíritu de colectividad, rodeemos el proceso constituyente, defendámoslo con uña y diente, porque es nuestro, porque costó vidas, mutilaciones y libertades.

Eric Rodríguez Gallardo